Aún hay una gran desinformación acerca del acceso a los metaversos, pero teóricamente, cualquier persona con un avatar y unas gafas de realidad virtual tiene acceso. No sabemos si se restringirá el acceso a ciertos metaversos a los usuarios.

La realidad virtual ofrece una experiencia inmersiva para cualquiera que pueda ponerse un visor. Permite a cualquier persona ver y trabajar en un mundo digital. Con los cascos de realidad virtual completos, los usuarios pueden sumergirse en un mundo virtual de 360 grados, donde las personas pueden moverse con facilidad.

Por otro lado, la realidad aumentada es básicamente un reflejo del mundo digital en el mundo real. Las gafas conectadas a AR podrían ayudar a impulsar el desarrollo de nuevos entornos virtuales 3D, mientras que la realidad virtual permitiría impulsar una mejor participación en los participantes del metaverso.

Nadie sabe cuándo el metaverso será completamente funcional. Facebook asegura que Meta estará disponible este mismo año. Pero Los lanzamientos de productos realidad aumentada más demuestran el potencial de AR, pero también todas las limitaciones que deben superarse para que se produzca realmetne un gran despegue. Pero que el tema terminará despegando no genera dudas, viendo que las grandes empresas como Microsoft, Apple, Google o Facebook (ahora llamado Meta) se encuentran hiper involucradas en una guerra de talentos tecnológicos y los rumores de nuevo hardware.

Existe múltiples dudas sobre lo que es, lo que será, lo que se espera que sea y lo que realmetne va a ser el metaverso. Inmersivo y social sí.

Hay muchas formas diferentes en las que el metaverso se puede ir desarrollando, y todas dependen de un ecosistema de investigación, de innnovación y sobre todo de inversión económica y política.

El metaverso puede llegar a albergar varias de las actividades en las que participamos actualmente: por ejemplo, la socialización, el trabajo, el aprendizaje, el entretenimiento, las compras y la creación de contenido; posibiltando también nuevos tipos de acciones.

Por ejemplo, una persona podría comprar una prenda de vestir o un accesorio digital en una plataforma dentro del metaverso y después "usarla" cuando visite otra, en lugar de que ese bien digital esté restringido para su uso dentro de la plataforma desde la cual el individuo la compró inicialmente.

No. De hecho, la interoperabilidad es una de las características que lo distingue.

En lugar de tener Facebook y Twitter como cuentas separadas, en las que lo que se publica es propiedad de esas corporaciones, el usuario del metaverso podría ser dueño de su cuenta digital y así sus ideas y pertenencias digitales irían donde quiera que vaya.